Por tanto, a la hora de planificar la fertilización
no debemos pensar en qué producto vamos a aplicar al suelo, sino en los
nutrientes que queremos aportar a nuestros cultivos. Si las plantas reciben los
nutrientes necesarios mediante el aporte de fertilizantes, estarán sanas y en
condiciones de producir.
Para realizar una correcta fertilización y en
consecuencia una buena nutrición, es necesario conocer la demanda de nutrientes
de los cultivos, la disponibilidad de nutrientes con los que ya cuenta el suelo
y conocer todo lo que pudiera influir en la correcta asimilación de los
fertilizantes, por ejemplo, el tipo de suelo, sistema de riego, características
del agua de riego, etc.